miércoles, 30 de septiembre de 2009

DELICADEZA DE UN COLEGIO

Día Domingo 27 de Septiembre del 2009 - Festividad Virgen del Carmen
“Anda Francisca, corre ahora a los brazos de tu Madre. Que te abrase, que te acaricie, nosotros ya lo hicimos. Nosotros estamos felices ya que te quedas con la mejor de las madres. Anda y se feliz.

“Los niños son prestados, es duro decirlo pero es así”


(Palabras de la Tía de Francisca, dichas durante la misa de despedida de la niña)



Estimados Apoderados del Kinder:

Ayer martes 29 de Septiembre tuve la oportunidad de asistir a la Eucaristía, preparada por las Hermanas de María y celebrada en el Santuario de Bellavista, con motivo de despedir el cuerpo de la pequeña Francisca La Rivera Monsalve, niña del tercero básico del Colegio que muriera el domingo 27 recién pasado (día que coincidió con la Festividad de la Virgen del Carmen) luego de un repentino derrame cerebral. Debo confesar que debí aguantarme mis deseos de grabar la belleza de lo sucedido en ese momento (a pesar de lo cerca que tenía mi camarita) por lo antiestético, desatinado y poco delicado que hubiera parecido mi acción en contraste con lo que sucedía en ese momento.

Sin duda que en esa hora fueron dichas cosas con mucho sentido humano y divino, que permitían explicar mejor lo que se estaba viviendo. De la niña habló el Sacerdote, el Padre y la Madre, también los amigos. Pero ciertamente fue la forma y la oportunidad en que se dijeron esas cosas lo que marcó la diferencia y dio el sentido final al Acto. Sentido que se explica luego del acompañamiento de todo un Colegio en favor de una de sus alumnas, con una asistencia que comienza a notarse días antes de que Francisca muriera, cuando la Directora del Colegio Mariano convoca a toda la Comunidad del Colegio Mariano a una cadena de oración y petición de un milagro en favor de su recuperación. Fueron varios los correos electrónicos enviados por la Hermana Daniela, llegados el fin de semana a la casilla del Delegado, que daban cuenta de la evolución de la enfermedad de Francisca y la necesidad de oración. La posterior suspensión de las clases denota la voluntad de dejar todo en favor de otorgar la compañía final a la pequeña fallecida, ahora con nuestra propia y voluntaria participación como amigos más cercanos.

¿Cómo entender todo esto? Toda esta delicadeza. Yo creo que la explicación se encuentra en el deseo ferviente del Colegio Mariano en que Francisca hubiera podido recuperarse completamente de su enfermedad o que llegara a ocupar, ocurrida su muerte, el mejor lugar cerca de Dios que se pudiera obtener para Ella. “Corre a los brazos de tu madre”, emotivas palabras dichas por la Tía de Francisca (hermana mayor del papá), se pronuncian luego del esfuerzo invertido por la Iglesia (representada en aquel momento por la Comunidad Mariana de Schoenstatt) por medio de sus cantos, oraciones y la propia eucaristía, como acciones efectivas que fueran capaces de tomar de la mano el alma de pequeña Francisca y conducirla a lo más alto del cielo. Bien por Francisca, bien por sus padres, todas las alumnas y también por nosotros los Apoderados del Colegio Mariano. Fin.

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