viernes, 24 de abril de 2009

TESTIMONIO DE UNA FAMILIA DE SCHOENSTTANT

Familia Ramírez - Fones:
Paula y Cristián, junto a María Javiera y familia completa.

Desde hace unos años pertenecemos al movimiento de familias de Schoensttat y con gran certeza podemos decir que ha sido un enorme regalo. Nuestra comunidad, en un principio grupo de vida y ahora curso de vida, ha sido puntal fundamental en nuestro matrimonio. Grandes amigos con quien compartir las alegrías y las penas, grandes corazones que nos han acogido con sencillez y compromiso, grandes matrimonios que con su vida nos hablan de fidelidad y amor hasta el límite del heroísmo.

Desde el año 2005 invitamos a vivir a la Mater a nuestra casa, asignándole un lugar importante en nuestra familia a través de nuestro Santuario Hogar. En forma permanente, ha sido fuente de unión y esperanza entre nosotros. Ella nos mira, nos acoge, nos consuela y nos alegra desde la intimidad de nuestra vida. Para nosotros como matrimonio, ha significado presencia constante y seguridad en cada paso del camino, y para los niños ha sido signo vivo de que Ella está en nuestra cotidianeidad, nuestra vida entera, sin necesidad de grandes señales ni demostraciones religiosas...simplemente está con nosotros. Al llegar a la casa los niños la saludan naturalmente con un Hola Mater!. o cuando salimos de la casa con un Cuida la casa Mater!

Hemos pasado momentos muy difíciles económicamente en nuestra historia y por lo mismo nuestro matrimonio muchas veces se ha sentido amenazado, la cercanía a Jesús a través de su presencia en el Santuario, el compartir la vida desde el fondo del corazón con humildad , la búsqueda de nuestro ideal personal y la fidelidad en la conquista, han sido nuestro regalado a través de este camino al que fuimos invitados hace un poco más de 12 años.

Ahora una nueva invitación está abierta para cada uno!!

Paula y Cristián.

1 comentario:

Karina dijo...

Es cierto, quien tiene a su lado a la Mater nunca está solo. Yo participo de la vida comunitaria que ofrece Schoenstatt hace muchos años y ha sido la respuesta en todos los ámbitos de mi vida. Tomen en serio la invitación que hace la familia Ramírez Fones, es una invitación hacia la felicidad y la unidad, a sentirse más familia, a compartir sus problemas, lose, porque así lo experimenté yo.

Como diría el Padre José: Queremos pronunciar un “sí” decidido a la voluntad amorosa del Padre Dios.

Buen fin de semana y mis cariños

Karina Moraga