LA BELLEZA DE LA PALABRA

Imagenes: Pierre Auguste Renoir
Edición: Pastoral del Curso. Melodía: Vuelvan los ojos hacia el Señor. Musicalización e instrumentos: Manuel Espina y Marcelo Ahumada.

Mateo 13, 44-49

El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo. El hombre que lo descubre lo vuelve a esconder y, feliz de haberlo encontrado, vende todo lo que tiene y compra ese campo.

El Reino de los Cielos es semejante a un comerciante que busca perlas finas. Si llega a sus manos una perla de gran valor, vende todo lo que tiene, y la compra.

El Reino de los Cielos es semejante a un red que se hecha al mar y recoge peces de todas clases. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla. Ahí se sientan y escogen los peces buenos y los echan en canastos, y tiran los que no se pueden comer.

Los Paraguas (Renoir)

Estimado Apoderado del Segundo Básico B:

Sueña por un momento que un magnate petrolero decide regalarte (por razón misteriosa) el óleo original de "Los Paraguas" del maestro impresionista Pierre Auguste Renoir. Seguramente se te haría poco el correr los muebles para dar novedad a tu estar, y acoger de esta manera una obra maestra como esa. Para no desentonar seguirías cambiando el piso o la pintura completa de los muros de tu departamento. Una vez colgado el cuadro, te sentirías tan emocionado que llamarías a tus amigos y los invitarías para que la vieran contigo. Con el tiempo convertirías tu casa en un museo familiar.

Sin embargo si nos emociona la obra de un gran artista (por la belleza que logra representar) cómo debiera emocionarnos ver el Reino de los Cielos, fuente misma de toda belleza. La pintura "Los Paraguas" es el resultado del trabajo de Auguste Renoir, sin embargo los ojos, las manos y la voluntad del artista son creación de Dios, por ser su primer origen. En este sentido, Dios está siempre oculto en la belleza de las cosas creadas, ya que El todo lo hizo bien desde un principio, como nos relata el Génesis.

A Dios no podemos verlo directamente, pero la Fe nos dice que el Reino de Los Cielos es el mismo Cristo Jesús. Y aunque Jesús está en el Cielo, sabemos que las palabras que salieron de su boca están entre nosotros, todos los días, en la Sagrada Escritura. En este sentido debiéramos acoger su palabras como si fuera el mayor de los tesoros. Lo especial de una obra de arte es que tiene la capacidad de transformar nuestro sentido estético de una vez y para siempre. La Palabra de Dios actúa de una manera similar, pero transformando nuestro corazón y nuestra vida.

Acojamos entonces, con admiración, la Palabra de Dios que la Pastoral del Curso desea enviarles en forma periódica a sus correos electrónicos. Comenzaremos con el evangelio de la misa de los días domingos, para que Uds tengan tiempo de apreciarla y meditarla durante la semana. Si alguien desea que le enviemos el evangelio diario en forma particular , vasta que se comunique con el Delegado de Pastoral del Curso. Fin.