lunes, 1 de noviembre de 2010

PODEMOS TERMINAR MUY BIEN TODO

Génesis 1,1-5

Dijo Dios: “Haya Luz”, y hubo luz. Dios vio que la luz era buena y la separó de las tinieblas. Dios llamó a la luz “Día” y a las tinieblas “Noche”. Y atardeció y amaneció el día Primero.


Estimados Apoderados del Primero Básico B:

Lo que me agrada de Dios es el hecho de parecer tan humano. De partida es un ser creativo y por ende trabajador. Para emprender una obra se lo toma todo muy en serio, ya que sabe que durante el camino se topará con dificultades. Como es un ser ordenado se planifica y toma un tiempo para realizar cada cosa. Además, luego de finalizar descansa ya que es normal que una gran realización produzca cansancio.

Estamos al final del año por lo que es natural que estemos agotados. Sin embargo nadie ara y siembra esfuerzo para luego obtener frutos vanos. Una de las cosas en que simpatizo con el Padre José Kentenich es cómo el enseñaba a capitalizar el esfuerzo en forma humana y también en forma divina. Cuando él hablada de ejecutar una obra siempre de forma extraordinariamente bien, seguramente lo decía por el hecho de que una labor así realizada produce mucho bien humano y también una simpatía en lo divino (ya que todo se hace en presencia de Dios, querámoslo o no).

Las cosas pasan muy rápido y por este motivo deseo detenerme en un aspecto, que pasó como un detalle, pero que es como la clave a poner de relieve a estas alturas del año. Durante la última reunión de apoderados, la Sra. Viviana Fernández, coordinadora de Primer Ciclo, luego de darnos ciertas recomendaciones hizo entrega, en forma alfabética, de las libretas de notas de las niñas. Como los Delegados estábamos apremiados por planificar las últimas actividades del Curso (lo urgente) no hubo tiempo para comentar lo verdaderamente importante. Me refiero al contenido de la libreta de calificaciones. En ella, al ladito, aparecía una pequeña sigla que indicaba el promedio general del Curso: SEIS COMA SIETE (ojo, no el promedio de la mejor alumna, sino el general), lo cual fue para nosotros como el destello de una manilla de puerta luego de haber sido previamente bien pulida.

Que las niñas nos hayan salido vivarachas (en el buen sentido de la palabra) no es producto de la buena suerte o un atributo generacional. Obviamente ha habido un acertado trabajo de las profesoras, pero también una positiva participación de apoderados, que hemos podido generar un ambiente, por así decirlo “luminoso y ventilado”. En recompensa a este esfuerzo las gracias del Santuario, sin que nosotros lo notásemos, se ha ocupado de crear una uniformidad muy bien venida para las niñas (un muy buen y parejo rendimiento académico). Por cierto un regalo que debemos cuidar y conservar.

El Génesis nos enseña que antes de iniciar cualquier obra debemos separar las tinieblas de la luz, es decir segregar primero el egoísmo y quedarnos sólo con la buena voluntad. Por este motivo los invito ha hacer un esfuerzo, como grupo de apoderados, en pos de consolidar este buen ambiente que hemos generado (que tanto bien hace) apoyando la Fiesta Mariana y las tareas que como Curso debemos cumplir. La Directiva está planificando esta actividad y solicitará vuestra ayuda individual y grupal durante esta semana. Seamos generosos, así como la Mater lo ha sido con las niñas hasta ahora. Fin.

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