UN AÑO PA' ELLA

Sal y luz de la tierra (Mateo 5, 13-16)

Ustedes son la sal de la tierra. Y si la sal se vuelve desabrida, ¿con qué se le puede devolver el sabor? Ya no sirve para nada sino para echarla a la basura o para que la pise la gente.

Ustedes son la luz para el mundo. No se puede esconder una ciudad edificada sobre un cerro. No se enciende una lámpara para esconderla en un tiesto, sino para ponerla en un candelero a fin de que alumbre a todos los de la casa. Así, pues debe brillar su luz ante los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre de ustedes que está en los cielos.

Palabra de Dios.

Estimados Apoderados del Prekinder:

Puede que les parezca curioso el título y la fotografía de este artículo del Blog, sin embargo con ello deseo expresar la forma cómo particularmente he "degustado" el año 2008, trabajando como Delegado del Prekinder. Lo he sintetizado, muy culinariamente, como el año paella, no solamente por el hecho de que hace poco comí una paella muy bien hecha, sino porque hubieron situaciones durante este año, que vistas en su conjunto y resultado final, son comparables con este rico plato español. De partida el nombre del plato: "pa - ella", ya que con esto dejo en claro que este tiempo fue pensado para servirla a Ella, nuestra querida Mater, que desde el Santuario espera con mucho interés a sus cooperadores para conocerlos y asistirlos con su consejo.

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El tema del santuario es vital ya que María es la madre que cocina todas las cosas, con la intensión de que el resultado final no sea desabrido o agrio (como podría ocurrir si utilizamos sólo nuestras fuerzas). Todos sabemos que la paella se arma con arroz graneado y que el fondo donde se sirve es de forma circular. Sin embargo con puro arroz blanco y el fondo no llegamos a ninguna parte. Necesitaremos el color del azafrán, el pimentón, el sabor del chorizo del cerdo y el pollo, además de los productos del mar que todos conocemos. Estos ingredientes, en su justa proporción y maestría, harán la paella. El arroz blanco del Curso de principios de año se condimentó con la participación y activa cooperación de muchos apoderados del Prekinder. La Mater se encargó de motivar que estos ingredientes (fundamentales) llegaran a sus manos para que se integraran al fondo, sacando de ellos su mayor potencial. Ella decora al final con los colores propios de la fraternidad, ya que estoy seguro de que muchos de Ustedes han formado grupos de amigos con cosas en común.

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Yo creo que al finalizar el año la paella se sirvió sobre mantel y cubiertos elegantes, con una espera que valió la pena. Por este motivo hay que pedir a la Mater que en los años venideros se proceda de manera similar. Con directivas y apoderados motivados en presentar los ingredientes básicos (de sus respectivos Cursos) a nuestra querida Mater en su lugar predilecto y desde donde opera, el Santuario. Fin.