Mateo 6, 31-34:
¿Por qué, pues, tantas preocupaciones?: ¿Qué vamos a comer?, o ¿qué vamos a beber?, o ¿con qué nos vestiremos? Los que no conocen a Dios se preocupan por esas cosas. Pero el Padre de ustedes sabe que necesitan todo eso. Por lo tanto, busquen primero el Reino y la Justicia de Dios, y esas cosas vendrán por añadidura. Ni se preocupen por el día de mañana, pues el mañana se preocupará de si mismo. Basta con las penas del día.
Estimados Apoderados del Kinder A y B:
Nos alegra mucho, como padres y madres de familia, cuando nos enteramos que amigos del Curso, luego de esperar varios meses, han recuperado por fin el trabajo y que su estado de ánimo, poco a poco, retorna a la normalidad. Ellos pueden dar un gran testimonio de tenacidad y esperanza (como un aliciente dirigido todos). Sin embargo debemos entender que nuestro escenario económico aun sigue complicado y que actualmente existen papás del Curso (del Kinder A y B) que todavía siguen cesantes. No desconozcamos este panorama ya que la realidad actual podría marcar la pauta de este año, no tanto en el sentido de que se puedan sumar los papás en esta difícil situación, sino más bien en la respuesta oportuna que podamos construir nosotros, para darles nuestro apoyo y por ende ayudarlos a seguir adelante.
Creo que en este punto podemos actuar de dos formas: inflamar nuestro corazón y ser, a la vez, muy prácticos: En lo primero Dios da la clave: “Busquen primero el Reino y la Justicia de Dios, y esas cosas vendrán por añadidura”. Con esta frase debemos entender que si nos acercamos personalmente a Dios con la intención de rezar por nuestros amigos en dificultades, entonces ayudaremos mucho con la ayuda de Dios. Tenemos dos herramientas poderosas a nuestro alcance: El Santuario (con la Mater y Jesús en su interior) y la oración acuñada en la estampa del Padre José Kentenich (prominente beato y santo), última la cual podríamos llevar en nuestro bolsillo y rezarla con fe (tengo la seguridad de que pronto nuestros delegados de Pastoral nos conseguirán una para cada apoderado).
Segundo: debemos ser muy prácticos y aprovechar bien las oportunidades que se presentan en el camino. Para todos, con o sin pega, estos momentos son de estrechez o de ahorro. Con respecto al ahorro nuestras mujeres tienen la cualidad de observar las cosas con tres ojos, saben bien lo que conviene en cada momento (intuición femenina). Entonces, viendo que pronto se juntaran conversar (como amigas) en un grato lugar, podrían aprovechar ese momento para poner este tema sobre la mesa y dialogar, un poco, sobre el significado de estas cosas (recuerden que una mujer fue la persona que consiguió el milagro del vino en las bodas de Caná).
Por último, recordemos que la idea de transformar al Kinder en una familia salió de una mujer: Hermana Daniela, Directora del Colegio Mariano. Entonces es normal que la edificación de este anhelo, grande para todos, sea tarea (en primera instancia) de nuestras queridas señoras, que actuando en conjunto o personalmente, pero siempre en comunión con la Mater, sean capaces de generar ese grupo acogedor y humano capaz de anticiparse a las dificultades. Fin.
¿Por qué, pues, tantas preocupaciones?: ¿Qué vamos a comer?, o ¿qué vamos a beber?, o ¿con qué nos vestiremos? Los que no conocen a Dios se preocupan por esas cosas. Pero el Padre de ustedes sabe que necesitan todo eso. Por lo tanto, busquen primero el Reino y la Justicia de Dios, y esas cosas vendrán por añadidura. Ni se preocupen por el día de mañana, pues el mañana se preocupará de si mismo. Basta con las penas del día.
Estimados Apoderados del Kinder A y B:
Nos alegra mucho, como padres y madres de familia, cuando nos enteramos que amigos del Curso, luego de esperar varios meses, han recuperado por fin el trabajo y que su estado de ánimo, poco a poco, retorna a la normalidad. Ellos pueden dar un gran testimonio de tenacidad y esperanza (como un aliciente dirigido todos). Sin embargo debemos entender que nuestro escenario económico aun sigue complicado y que actualmente existen papás del Curso (del Kinder A y B) que todavía siguen cesantes. No desconozcamos este panorama ya que la realidad actual podría marcar la pauta de este año, no tanto en el sentido de que se puedan sumar los papás en esta difícil situación, sino más bien en la respuesta oportuna que podamos construir nosotros, para darles nuestro apoyo y por ende ayudarlos a seguir adelante.
Creo que en este punto podemos actuar de dos formas: inflamar nuestro corazón y ser, a la vez, muy prácticos: En lo primero Dios da la clave: “Busquen primero el Reino y la Justicia de Dios, y esas cosas vendrán por añadidura”. Con esta frase debemos entender que si nos acercamos personalmente a Dios con la intención de rezar por nuestros amigos en dificultades, entonces ayudaremos mucho con la ayuda de Dios. Tenemos dos herramientas poderosas a nuestro alcance: El Santuario (con la Mater y Jesús en su interior) y la oración acuñada en la estampa del Padre José Kentenich (prominente beato y santo), última la cual podríamos llevar en nuestro bolsillo y rezarla con fe (tengo la seguridad de que pronto nuestros delegados de Pastoral nos conseguirán una para cada apoderado).
Segundo: debemos ser muy prácticos y aprovechar bien las oportunidades que se presentan en el camino. Para todos, con o sin pega, estos momentos son de estrechez o de ahorro. Con respecto al ahorro nuestras mujeres tienen la cualidad de observar las cosas con tres ojos, saben bien lo que conviene en cada momento (intuición femenina). Entonces, viendo que pronto se juntaran conversar (como amigas) en un grato lugar, podrían aprovechar ese momento para poner este tema sobre la mesa y dialogar, un poco, sobre el significado de estas cosas (recuerden que una mujer fue la persona que consiguió el milagro del vino en las bodas de Caná).
Por último, recordemos que la idea de transformar al Kinder en una familia salió de una mujer: Hermana Daniela, Directora del Colegio Mariano. Entonces es normal que la edificación de este anhelo, grande para todos, sea tarea (en primera instancia) de nuestras queridas señoras, que actuando en conjunto o personalmente, pero siempre en comunión con la Mater, sean capaces de generar ese grupo acogedor y humano capaz de anticiparse a las dificultades. Fin.
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