lunes, 4 de octubre de 2010

HAY TANTOS CAMINOS POR ANDAR

Juan 2, 1-5

A los tres días se celebraron unas bodas en Cana de Galilea, y la madre de Jesús era de la fiesta. También fue invitado a las bodas Jesús con sus discípulos. Se acabo el vino de las bodas y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo: “No tiene vino” Jesús respondió: “Mujer, ¿cómo se te ocurre? Todavía no ha llegado mi Hora. Su madre dijo a los sirvientes: “Hagan todo lo que el les mande”.


Estimados Apoderados del Primero Básico A y B:

¿Cómo se imaginan Uds. a la Mater? Silenciosa, orante, quitadita de bulla. El Evangelio no da muchas pistas. Sin embargo en el Colegio de nuestras hijas la Virgen María es ejemplo de la mujer auténtica, es decir aquella que sale de lo común. En los tiempo en que a Ella le toco vivir en la tierra (unos 2000 años atrás) Uds. comprenderán que las mujeres no podían destacarse demasiado y a juzgar por las costumbres de aquella época difícilmente podían salir solas a alguna parte. “Mujer cómo se te ocurre”, le dijo Jesús a su Madre en las Bodas de Cana, y detrás de él seguramente una docena de hombres rudos debieron haber sido testigos de aquella escena. Pero la Mater tiene carácter, no se amilanó en ese momento, y por el contrario se atrevió a ordenar: “Hagan todo lo que él les mande”, con lo cual se acaban los comentarios y luego se realiza el milagro de la conversión del agua en vino.

Si la Virgen bajara al niño de los brazos por un rato, yo me la imagino solicitando una guitarra. Como sabemos que Ella es llena de gracia y por lo tanto conocedora de todos los acordes, de seguro sería el alma de las fiestas. Yo creo que nos sorprendería con su personalidad. De partida interpretaría el instrumento de pie, dándose el tiempo para afinarlo a su pinta y luego comenzaría su canto. De ninguna manera se quedaría inmóvil en un lugar como si estuviera en un escenario. Por el contrario se trasladaría de un lugar a otro (como paseándose de mesa en mesa) mirando directamente a alguno, para que su imagen le quede fija en la retina. Por ningún motivo sonaría anticuada, sino que por el contrario, muy actual.

Como la Mater es servidora, Ella combate la pena del mundo con la alegría de una entrega que nunca se detiene (son muchos los caminos que desea andar), por este motivo no debe haber timidez en ella sino que mucha prudencia y su canto siempre nos sonaría como una invitación. Fin

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